Controversia

Rodrigo mandado a componer lo que David descompone

Por Juan Carlos Guerrero

Traído y llevado el dicho de que quien respira, aspira y éste ha servido para justificar un sinfín de aspiraciones disparatadas, sueños guajiros y engaños velados. Tal es el caso de Rodrigo Reyes Mugüerza, secretario general de gobierno, quien tras las menciones de parte de su mentor Ricardo Monreal Ávila, como un posible aspirante a la candidatura de Morena al gobierno estatal y de la dorada de píldora del propio mandatario estatal, David Monreal.

Rodrigo el crédulo e iluso, junto a su pequeño y reducido equipo iban y venían anunciando la buena nueva y con ojos pispiretos se echaron a soñar, creyendo las palmadas del mandamás de palacio de gobierno.

Pero ¿en verdad tenía posibilidades Rodrigo? Aunque en la vida y en la política nada está dicho, ahí ve usted a los Marroquis, campeones sub 20, la realidad política de Zacatecas requiere más que cuentos de cenicienta. Ahí le van algunas razones: Rodrigo, en su padrino lleva la penitencia, ya que de todo lo que le incomoda a David, una de ellas es que se considere que Ricardo lo puso de gobernador y es quien en realidad gobierna o le impone funcionarios.

Desde aquella vergonzante llamada entre hermanos, en la que Ricardo acusaba de flojonazo a David, hasta la foto de la cordialidad en palacio de gobierno con Saúl y su hermano mayor, David ha buscado desmarcarse de la sombra del preferiti del clan Monreal al tratar de imponer una narrativa de que es él, y sólo él quien al final decide en tanto no haya opinión contraria de la exdelegada y súpersenadora.

Mientras sigamos, en ese sentido y a estas alturas, David, no podrá construir esa narrativa de que es él quien gobierna, porque para consolidar su autoridad ha cometido cada pifia que sumado a la falta de capacidad gestora tiene a Zacatecas en la penumbra y Rodrigo sería la personificación de que el que gobierna es Ricardo, en el hierro llevas las de perder.

Rodrigo ni se ayuda ni ayuda

Otra razón más que suficiente son todos sus negativos, Rodrigo llegó con la encomienda de ayudar al Gobernador en el control político y reacomodar el desbarajuste dejado por la inacción de Gabriela Pinedo en la SGG. Sin embargo, al pasar de los meses se convirtió en el pugilista del gobierno morenista; el pararrayos que tiene que dar la cara por la infinidad de situaciones y problemas sociales y particularmente el problema de la inseguridad, pero además, dejó ver una venía autoritaria, un gusto por la confrontación, intolerancia por la opinión adversa, y no quiero decir que sea el único de los suspirantes que la tenga, pero a los ojos públicos parecía –ya le bajó dos rayitas de tanta pifia-  que se regodeaba en mostrarte como el porro del gobierno y todos sus compañeros de gabinete, diputados y diputadas de Morena se dieron gusto dejando que fuera él, por obligación y gusto propio, quien cargara con todos los temas.

Al final que le dejó un titipuchal de negativos y una actitud maloliente que nadie quisiera en un gobernante. Y no hablamos de debilidad o firmeza sino de ser pendenciero y mitómano al tratar de ocultar problemas visibles, actitud que no comulga con la de un estadista o de aquel que pretende dirigir los destinos de un estado o municipio. Puede usted imaginarse a Rodrigo en campaña platicando con la gente, rodeado de campesinas y campesinos, de maestras y maestros con los que se ha confrontado escuchándolos y dándoles esperanza, no, bueno. Imagine usted cómo serían las relaciones para el desarrollo regional de Zacatecas enclavado en la región centro norte del país, cuando se ha confrontado con las autoridades de los estados vecinos.

Rodrigo sin equipo

Otra más, ya la tercera y el cierre, no tiene estructura, que aunque ésta, al final la pone el partido y los programas sociales. Rodrigo no tiene más allá de sus cercanos, ni sus subsecretarios le siguen y no son cuentos, ha buscado llevar reuniones y han sido desangeladas, no tiene cuadros, no tiene alcances en los municipios, no tiene buena relación con los alcaldes que le puedan ayudar, no motiva, no despierta, los espectaculares que han aparecido me recuerdan más a un mal chiste del güiri güiri, y peor aún, ya el jefe dijo que era broma, que él no va al despacho de la Casa de los Perros,  lo que se traduce en que no vendrán los apoyos de la estructura burocrática para posicionarlo.

Más allá de las relaciones con las autoridades en materia de seguridad y eso a veces, entonces ¿qué tiene Rodrigo para forzar su candidatura? No mucho, fue solo un buscapiés, un distractor, un intento de apagafuegos que más bien los dinamitó, y sin recursos y estructura, servido quedaría con una diputación y pluri o alcaldía si la senadora no lo bloquea.

Tranquilo Rodrigo, tranquilo, no te enojes, ahí va la buena, qué ocupa para hacerse de la lejana candidatura: que no se sigle para mujer, por la dirigencia Nacional de Morena, que en los acuerdos de la coalición Morena – Verde – PT, no se la den a Puente (otro que no sabe los ciudadanos quién es), que no se la den a Geovanna, que le quiten la estructura que apoya a Verónica,  que a Ramírez Cuellar lo mantengan en la esfera federal, que Ulises siga vetado por el jefe del ejecutivo y no logre convencer con números a la Presidenta; que la Presidenta acceda a darle a Ricardo la decisión de la candidatura en la entidad, que le permitan a Zúñiga a trabajar a su favor, que los sectores (maestros, colectivos de mujeres, madres buscadoras, etcétera) con los que se ha confrontado olviden las rencillas, que si se cae Milpillas no tenga que salir a explicarlo él, que Benelly le preste unas estructuras y retire sus aspiraciones, que Narro siga siendo Narro. Así pues, en política nada está dicho, ya ves que sí se puede, ánimo Rodrigo.